noviembre 09, 2006

Segunda parte _La revolución Internet y la evolución hacia la Web 2.0

En la actualidad informar ya no es sinónimo de comunicar. Durante siglos bastaba con producir un mensaje y con distribuirlo para que el receptor lo aceptara. No había muchos mensajes, no había muchos canales, no había muchos receptores. La homogeneidad cultural entre el medio de los emisores y el medio de los receptores hacía que informar fuera comunicar. Hoy estamos en una segunda fase, donde hay muchos más mensajes que comunicación, y, por eso, tenemos una tendencia a creer que informar es sinónimo de comunicar, cuando, en realidad, vemos –dentro de los Estados nación y , obviamente, dentro de la globalización- que hay una resistencia creciente por parte de los receptores. Hay una especie de separación entre información y comunicación, según Dominique Wolton, y la cuestión de la comunicación es la que se vuelve más complicada.

Informar es un mensaje; comunicar es una relación. En cuanto se plantea el tema de la relación, es decir, el tema de la comunicación, esto nos obliga a tener en cuenta la relación entre el emisor, el mensaje y el receptor. Dicho de otro modo, la dificultad hoy, en la información, no es el mensaje, no es necesariamente la presión sobre el mensajero, sino la condición de aceptación o de rechazo de los receptores. Por eso es que, además, mucha información no necesariamente puede crear mucha comunicación. También, como primera dificultad, mucha información puede traducirse en menos periodistas sin por eso crear más comunicación.

Con las nuevas tecnologías hay que resistir el discurso demagógico que consiste en decir que, como se puede acceder muy fácilmente – desde la casa de uno o desde una empresa- a mucha información, no se necesitan intermediarios. Es exactamente lo inverso. Cuanta más información disponible haya, más necesitamos de intermediarios. Éstos pueden ser documentalistas, archivistas, docentes o periodistas. Dicho de otro modo, no es porque gracias a que hay redes o computadoras, podamos acceder rápidamente a información o conocimientos y que podamos transformarnos en documentalistas, docentes o periodistas.

Por otra parte el aumento del volumen de información y del acceso a la información puede traducirse en una deslegitimación del rol del periodista. Es el mismo problema que para la enseñanza. El mensajero se pierde dentro de la avalancha de mensajes.
El esquema tradicional de la comunicación de masas- emisor/receptor- se esta rompiendo. Ahora, el receptor, también es el emisor, con una increíble capacidad comunicativa. En la actualidad existen más de 55 millones de blogs. El blog del periodista Ricardo Noblat, tuvo 560.0000 usuarios únicos durante la crisis política de Lula en Brasil. Esto demuestra como una persona puede hacer un medio de comunicación y crear una audiencia. Con los weblogs el periodismo deja de ser un privilegio de los periodistas y de los medios; nuevas formas de periodismo surgen alrededor de los medios tradicionales y los diarios intentan aprender y absorber las nuevas formas.

En Estados Unidos hay, hasta hoy, 13 millones de weblogs y más del 25% de los usuarios que se conectan a Internet leen o han leído weblogs. En un estudio del Pew Research, se define el perfil de los publicadores de weblogs: el 57%son hombres, el 48% tiene menos de 30 años, el 70% son usuarios de banda ancha, el 82% se conecta hace 6 años o más y el 39% son graduados universitarios. El perfil del publicador de weblogs está muy próximo al perfil de un periodista profesional.


Ya no hay lugar para hablar de un "periodista tradicional" o de un "periodista digital". Ahora, sencillamente, hay lugar para un buen o un mal periodista. Internet ha configurado un nuevo perfil, un nuevo modelo de profesional periodístico tal y como comenta Ángel Valle en La Razón:

"Hasta ahora, en la mayoría de los casos, la adaptación de los trabajadores a la nueva realidad se ha ido haciendo sobre la marcha, con jóvenes que han vivido de cerca el nacimiento del medio o de titulados en áreas como Comunicación Audiovisual o Publicidad. Sin embargo, poco a poco, la red ha dejado de ser un complemento para convertirse en un campo en sí mismo, que requiere de nuevos profesionales especializados: periodistas para medios "on line"; creativos para los nuevos espacios publicitarios que han venido aparejados con este soporte; técnicos dedicados al e-marketing, los llamados `net-marketers, etc."

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